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La escuela como protagonista de la evolución tecnológica
La escuela como protagonista de la evolución tecnológica
La escuela como protagonista de la evolución tecnológica
La robótica educativa es la disciplina que está revolucionando la forma de ver y hacer las cosas. No solo enriquece la formación de los estudiantes en todos sus sentidos, sino que también potencia su desarrollo integral como personas. Sin dudas, una generación con las habilidades que enseña la robótica y la programación marcará la diferencia. Es hora de que como escuela les demos a los estudiantes las herramientas para que sean verdaderos agentes de cambio en el futuro.
Enseñar robótica a niñas, niños y jóvenes tendrá como resultado una generación de personas preparadas para utilizar la tecnología y robótica a su favor. Les permitirá desarrollar proyectos innovadores, comprender el mundo que los rodea de manera distinta e incluso generar y despertar una vocación a las ciencias -ingeniería, matemáticas, etc.-.
La robótica educativa, al estar centrada en la educación STEM, ofrece habilidades basadas en las Ciencias, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas y potencia aptitudes como el trabajo en equipo, la creatividad, el pensamiento crítico, la capacidad de razonamiento y el análisis y resolución de problemas.
Existen dos tipos de usos de la programación y la robótica en educación. Por un lado, la robótica y programación educacional, que consiste en un conjunto de elementos físicos que motivan a los alumnos a construir, programar, razonar y crear nuevas interfaces o dispositivos. Por otro lado, la robótica y programación como elemento social en la que, a través de juegos, sistemas autónomos interactúan con humanos u otros agentes físicos.
Es fundamental que las escuelas estén hoy preparadas para implementar el uso de la programación y la robótica en las aulas. No porque esté de moda o se trate de una cuestión de status, sino porque de la adquisición de estas habilidades dependen las generaciones del futuro.
La robótica educativa es la disciplina que está revolucionando la forma de ver y hacer las cosas. No solo enriquece la formación de los estudiantes en todos sus sentidos, sino que también potencia su desarrollo integral como personas. Sin dudas, una generación con las habilidades que enseña la robótica y la programación marcará la diferencia. Es hora de que como escuela les demos a los estudiantes las herramientas para que sean verdaderos agentes de cambio en el futuro.
La robótica educativa es la disciplina que está revolucionando la forma de ver y hacer las cosas. No solo enriquece la formación de los estudiantes en todos sus sentidos, sino que también potencia su desarrollo integral como personas. Sin dudas, una generación con las habilidades que enseña la robótica y la programación marcará la diferencia. Es hora de que como escuela les demos a los estudiantes las herramientas para que sean verdaderos agentes de cambio en el futuro.
Enseñar robótica a niñas, niños y jóvenes tendrá como resultado una generación de personas preparadas para utilizar la tecnología y robótica a su favor. Les permitirá desarrollar proyectos innovadores, comprender el mundo que los rodea de manera distinta e incluso generar y despertar una vocación a las ciencias -ingeniería, matemáticas, etc.-.
La robótica educativa, al estar centrada en la educación STEM, ofrece habilidades basadas en las Ciencias, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas y potencia aptitudes como el trabajo en equipo, la creatividad, el pensamiento crítico, la capacidad de razonamiento y el análisis y resolución de problemas.
Existen dos tipos de usos de la programación y la robótica en educación. Por un lado, la robótica y programación educacional, que consiste en un conjunto de elementos físicos que motivan a los alumnos a construir, programar, razonar y crear nuevas interfaces o dispositivos. Por otro lado, la robótica y programación como elemento social en la que, a través de juegos, sistemas autónomos interactúan con humanos u otros agentes físicos.
Es fundamental que las escuelas estén hoy preparadas para implementar el uso de la programación y la robótica en las aulas. No porque esté de moda o se trate de una cuestión de status, sino porque de la adquisición de estas habilidades dependen las generaciones del futuro.
¿Desea recibir más información?
Si trabajás en una institución educativa y te interesa el proyecto podemos coordinar una presentación.
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Veamos juntos algunos de tantos BENEFICIOS que trae la enseñanza de la robótica en las aulas:
1. Mayor motivación
Los dispositivos tangibles como los robots aumentan el nivel de motivación porque los estudiantes manipulan cosas del mundo real. Esto introduce inevitablemente una dimensión de maravilla -en sentido literal- a la experiencia de aprendizaje: los niños se entusiasman enormemente al darse cuenta de que lo realizando en una pantalla tiene también un lugar en el espacio físico.
2. Habilidades motoras
Trabajar con objetos tangibles implica actividades basadas en la manipulación que potencian el desarrollo de habilidades motoras, la coordinación ojo-mano y distintas maneras de comprender las ideas abstractas.
3. Flexibilidad para docentes
Si bien los robots y otros elementos físicos tienen su encanto, no son imprescindibles a la hora de enseñar robótica y programación. Los docentes pueden optar por un enfoque híbrido en el que se fusionen lo virtual y lo físico para contar con mayor flexibilidad a la hora de implementar un proyecto.
4. Trabajo en equipo
No debemos olvidar que además de construir y programar robots, los estudiantes trabajan en equipo de forma activa aprendiendo sobre las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. Esto les da, además, una visión global, sin límites ni fronteras, con nuevos caminos para su desarrollo.
5. Aumento del compromiso en otras disciplinas
Actividades basadas en la implementación de robots pueden incrementar el compromiso por el aprendizaje en otras áreas más alejadas de la tecnología, como lo es la literatura, a través del juego y la motivación. Su uso puede incluso mejorar el desarrollo ético, emocional y social en base al impacto que, por ejemplo, un robot con atribuciones sociales puede causar en los estudiantes.
6. Potencia el desarrollo de la persona
El aprendizaje de la robótica y la programación, logra, entre otras cosas:
- Mejorar la fluidez tecnológica en los estudiantes
- Generar autoconfianza en el manejo de conceptos y problemas técnicos
- Reforzar el sentido de presencia y realidad física en entornos cada vez más digitalizados
- Fortalecer el conocimiento de sus valores personales y respeto por los demás, haciendo uso responsable de la tecnología
- Colaborar en la generación de nuevas ideas de aplicación de la tecnología para mejorar el entorno que los rodea (escuela, comunidad, sociedad).
Resulta imprescindible, entonces, que las escuelas se transformen y sean verdaderas protagonistas de la evolución tecnológica. Los niños y jóvenes de hoy son los agentes de cambio e innovación del futuro.
Si te gustaría que te acompañemos en el proceso de incorporación e implementación de la robótica y la programación en tu escuela, podés dejarnos tus datos:
Veamos juntos algunos de tantos BENEFICIOS que trae la enseñanza de la robótica en las aulas:
1. Mayor motivación
Los dispositivos tangibles como los robots aumentan el nivel de motivación porque los estudiantes manipulan cosas del mundo real. Esto introduce inevitablemente una dimensión de maravilla -en sentido literal- a la experiencia de aprendizaje: los niños se entusiasman enormemente al darse cuenta de que lo realizando en una pantalla tiene también un lugar en el espacio físico.
2. Habilidades motoras
Trabajar con objetos tangibles implica actividades basadas en la manipulación que potencian el desarrollo de habilidades motoras, la coordinación ojo-mano y distintas maneras de comprender las ideas abstractas.
3. Flexibilidad para docentes
Si bien los robots y otros elementos físicos tienen su encanto, no son imprescindibles a la hora de enseñar robótica y programación. Los docentes pueden optar por un enfoque híbrido en el que se fusionen lo virtual y lo físico para contar con mayor flexibilidad a la hora de implementar un proyecto.
4. Trabajo en equipo
No debemos olvidar que además de construir y programar robots, los estudiantes trabajan en equipo de forma activa aprendiendo sobre las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. Esto les da, además, una visión global, sin límites ni fronteras, con nuevos caminos para su desarrollo.
5. Aumento del compromiso en otras disciplinas
Actividades basadas en la implementación de robots pueden incrementar el compromiso por el aprendizaje en otras áreas más alejadas de la tecnología, como lo es la literatura, a través del juego y la motivación. Su uso puede incluso mejorar el desarrollo ético, emocional y social en base al impacto que, por ejemplo, un robot con atribuciones sociales puede causar en los estudiantes.
6. Potencia el desarrollo de la persona
El aprendizaje de la robótica y la programación, logra, entre otras cosas:
- Mejorar la fluidez tecnológica en los estudiantes
- Generar autoconfianza en el manejo de conceptos y problemas técnicos
- Reforzar el sentido de presencia y realidad física en entornos cada vez más digitalizados
- Fortalecer el conocimiento de sus valores personales y respeto por los demás, haciendo uso responsable de la tecnología
- Colaborar en la generación de nuevas ideas de aplicación de la tecnología para mejorar el entorno que los rodea (escuela, comunidad, sociedad).
Resulta imprescindible, entonces, que las escuelas se transformen y sean verdaderas protagonistas de la evolución tecnológica. Los niños y jóvenes de hoy son los agentes de cambio e innovación del futuro.
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1. Mayor motivación
Los dispositivos tangibles como los robots aumentan el nivel de motivación porque los estudiantes manipulan cosas del mundo real. Esto introduce inevitablemente una dimensión de maravilla -en sentido literal- a la experiencia de aprendizaje: los niños se entusiasman enormemente al darse cuenta de que lo realizando en una pantalla tiene también un lugar en el espacio físico.
2. Habilidades motoras
Trabajar con objetos tangibles implica actividades basadas en la manipulación que potencian el desarrollo de habilidades motoras, la coordinación ojo-mano y distintas maneras de comprender las ideas abstractas.
3. Flexibilidad para docentes
Si bien los robots y otros elementos físicos tienen su encanto, no son imprescindibles a la hora de enseñar robótica y programación. Los docentes pueden optar por un enfoque híbrido en el que se fusionen lo virtual y lo físico para contar con mayor flexibilidad a la hora de implementar un proyecto.
4. Trabajo en equipo
No debemos olvidar que además de construir y programar robots, los estudiantes trabajan en equipo de forma activa aprendiendo sobre las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas. Esto les da, además, una visión global, sin límites ni fronteras, con nuevos caminos para su desarrollo.
5. Aumento del compromiso en otras disciplinas
Actividades basadas en la implementación de robots pueden incrementar el compromiso por el aprendizaje en otras áreas más alejadas de la tecnología, como lo es la literatura, a través del juego y la motivación. Su uso puede incluso mejorar el desarrollo ético, emocional y social en base al impacto que, por ejemplo, un robot con atribuciones sociales puede causar en los estudiantes.
6. Potencia el desarrollo de la persona
El aprendizaje de la robótica y la programación, logra, entre otras cosas:
- Mejorar la fluidez tecnológica en los estudiantes
- Generar autoconfianza en el manejo de conceptos y problemas técnicos
- Reforzar el sentido de presencia y realidad física en entornos cada vez más digitalizados
- Fortalecer el conocimiento de sus valores personales y respeto por los demás, haciendo uso responsable de la tecnología
- Colaborar en la generación de nuevas ideas de aplicación de la tecnología para mejorar el entorno que los rodea (escuela, comunidad, sociedad).
Resulta imprescindible, entonces, que las escuelas se transformen y sean verdaderas protagonistas de la evolución tecnológica. Los niños y jóvenes de hoy son los agentes de cambio e innovación del futuro.
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